El temor a que Mercedes arrasara en la temporada 2015 de Fórmula 1 se disipó
ayer con un destello de rojo Ferrari cuando un emocionado Sebastian Vettel ganó
el Gran Premio de Malasia.La mayoría de los expertos predecían pesimistas otra
temporada desigual después de que Mercedes lograse los dos primeros puestos en
Australia, la carrera que abre el campeonato. Pero dos semanas más tarde, la
imagen es muy distinta.
Ayer, Ferrari aprovechó la abrasadora temperatura del circuito de Sepang y algunos errores poco habituales de Mercedes para acabar con su sequía de victorias. Después de ocho victorias consecutivas y con Lewis Hamilton en la pole, todo apuntaba a otro cómodo paseo de Mercedes.
Sin embargo, una temperatura en el circuito de 61 grados centígrados (142 F) al principio de la carrera expuso un punto vulnerable en la armadura de Mercedes, cuando sus neumáticos se degradaron más deprisa que los de Vettel.
Ayer, Ferrari aprovechó la abrasadora temperatura del circuito de Sepang y algunos errores poco habituales de Mercedes para acabar con su sequía de victorias. Después de ocho victorias consecutivas y con Lewis Hamilton en la pole, todo apuntaba a otro cómodo paseo de Mercedes.
Sin embargo, una temperatura en el circuito de 61 grados centígrados (142 F) al principio de la carrera expuso un punto vulnerable en la armadura de Mercedes, cuando sus neumáticos se degradaron más deprisa que los de Vettel.