LeBron James descartó la noción de que es un mata-entrenadores. Ampliamente criticado en los círculos del baloncesto por la percepción de que presionó en Cleveland para despedir al coach David Blatt la semana pasada, James dijo que las críticas de que mina la autoridad de los entrenadores es injusta. “Pero, ¿qué puedo hacer?”, dijo tras la práctica de ayer antes de que los Cavaliers se midieran a Phoenix. “Nunca, desde que comencé a jugar básquetbol, he minado la autoridad o le he faltado el respeto a un entrenador”, comentó. “Pregunten a cualquiera de mis entrenadores infantiles, de preparatoria, a los entrenadores con los que he jugado en torneos, campamentos o en la NBA, siempre he respetado lo que han querido hacer”. Blatt fue despedido a mitad de su segunda campaña con el equipo pese a tener a los Cavs en la cima de la Conferencia del Este y haberlos llevado a la final de la NBA la temporada anterior.