Sin goles y pocas emociones. Así fue el partido más esperado desde el sorteo de la Liga de Campeones, el París Saint-Germain contra el Real Madrid, dos clubes que reflejan lo ostentoso en que se ha convertido el fútbol.
Pese a los millones de dólares que se pusieron sobre el campo, el espectáculo no fue el esperado.
El empate sin goles vuelve a confirmar que un buen partido de fútbol no está directamente relacionado con el dinero que ganan sus protagonistas. "Vea el articulo completo"
Pese a los millones de dólares que se pusieron sobre el campo, el espectáculo no fue el esperado.
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