Mientras que la gran sorpresa de la jornada la dieron los Rockets de Houston,
que también remontaron una desventaja de 19 tantos en el sexto partido que al
final ganaron y forzaron el séptimo ante Los Ángeles Clippers al empatar a 3-3
la eliminatoria que disputan en las semifinales de la Conferencia Oeste.
Esta vez la figura de los Cavaliers no fue el alero estrella LeBron James sino el base reserva, el australiano Matthews Dellavedova, que surgió como factor sorpresa y lideró al equipo de Cleveland al triunfo a domicilio (73-94) ante los Bulls que dijeron adiós a la temporada.
Aunque James no tuvo su mejor inspiración encestadora y el base titular Kyrie Irving sin poder apenas jugar por las molestias físicas que las dos piernas que le obligaron a irse a los vestuarios cojeando en la primera parte, Dellavedova surgió imparable y aportó 19 puntos (7-11, 3-6, 2-2), dos rebotes y una asistencia.
Dellavedova le ganó también el duelo individual al base estrella de los Bulls, Derrick Rose, que volvió a estar lejos de la mejor versión que había dado en los tres primeros partidos de la eliminatoria cuando el equipo de Chicago tuvo la ventaja de 2-1.
El base australiano lideró el ataque balanceado de los Cavaliers, que tuvieron a cuatro jugadores con números de dos dígitos, y volvieron a las Finales de la Conferencia Este por primera vez desde el 2009, un año antes que James decidiese dejar al equipo e irse con los Heat de Miami como agente libre.
James, a pesar que falló 16 de 23 tiros de campo, al final hizo una gran labor de equipo y se quedó a las puertas de un triple-doble tras aportar 15 puntos, 11 asistencias y nueve rebotes, incluidos ocho defensivos.
Mientras que el pívot Tristan Thompson completó su gran labor en la serie al realizar el mejor partido de los seis disputados al conseguir 13 puntos, 17 rebotes, incluidos 11 defensivos, y dos tapones.
Thompson confirmó ser el gran acierto del entrenador David Blatt al meterlo como titular con el número cinco y poner al ruso Timofey Mozgov de cuatro, lo que permitió a los Cavaliers volver a dominar el juego interior, muy superior al de los Bulls, prácticamente inexistente, a pesar de la vuelta del ala-pívot español Pau Gasol.
Los Cavaliers consiguieron nada menos que 53 rebotes por tan sólo 32 de los Bulls, de los cuales 11 fueron aportados por el pívot Joakim Noah.
Los escoltas, el titular Iman Shumpert, y el reserva J.R. Smith aportaron 13 y 12 puntos, respectivamente, después de combinarse con 5 de 10 tiros desde fuera del perímetro, donde los Cavaliers también fueron muy superiores a los Bulls.
Aunque Gasol volvió a darlo todo en el sexto, sin estar aun recuperado de lesión muscular que sufre en la pierna izquierda, al final no pudo salvar a los Bulls de la eliminación, que los propios Cavaliers, con las bajas del ala-pívot Kevin Love y los problemas físicos de Irving, nunca pensaron se diese tan fácil en la recta final de la serie.
El escolta Jimmy Butler, que hizo una gran labor en el marcaje a James, también fue el líder encestador de los Bulls al aportar 20 puntos, pero falló 14 de 22 tiros de campo, y capturó cinco rebotes.
Rose llegó a los 14 tantos con 7 canastas de 16 intentos, falló los tres tiros de triples que hizo, repartió seis asistencias y capturó dos rebotes, demasiado poco para lo que el equipo necesitó de su condición de estrella y con Gasol diezmado.
Pocos, incluidos los propios seguidores de los Rockets, pensaban que su equipo podría regresar del Staples Center, de Los Ángeles, con un triunfo y empatada (3-3) la serie de la semifinal de la Conferencia Oeste que disputan al mejor de siete ante los Clippers.
Pero el milagro deportivo se dio en toda su plenitud, gracias a la inspiración encestadora del escolta reserva Cory Brewer y la decisión del entrenador Kevin McHale, de los Rockets, de sentar a la estrella del equipo, James Harden, todo el cuarto periodo, además de haber sacado de titular al alero Josh Smith por Terrence Jones.
De esta manera, los Rockets fueron capaces de remontar una desventaja de 19 puntos que estaban abajo en el tercer periodo cuando los Clippers, con su nuevo dueño a la cabeza, el multimillonario Steve Ballmer, convertido en otro Mark Cuban de la NBA, se pasa todo tiempo siendo el centro de atención, ya celebraban lo que hubiese sido su primer pase a unas finales de la Conferencia.
Pero Brewer, que anotó 15 de sus 19 puntos en el último cuarto, no pensaba igual y guió a los Rockets al triunfo de 107-119, segundo consecutivo, que les permitió volver a su campo del Toyota Center, de Houston, y el domingo tener la posibilidad de disputar el séptimo partido donde quedará todo decidido.
Harden, que jugó menos de un minuto en el último cuarto, anotó 23 puntos después de encestar sus 11 tiros libres y el ala-pívot Dwight Howard brilló en el juego interior y le ganó el duelo individual al pívot DeAndre Jordan al conseguir 20 puntos y 21 rebotes para los Rockets, que han ganado dos partidos seguidos.
Los Rockets anotaron nueve puntos seguidos y al llegar el cuarto tiempo, habían reducido la distancia a 13, para después encestar siete triples, conseguir parcial de 15-40, y la defensa dejar al ala-pívot estrella de los Clippers, Blake Griffin, en blanco tras haber aportado 28 tantos en los tres primeros.
Esta vez, tampoco los 31 puntos, 11 asistencias y siete rebotes que aportó el base Chris Paul evitaron la derrota de los Clippers.
Esta vez la figura de los Cavaliers no fue el alero estrella LeBron James sino el base reserva, el australiano Matthews Dellavedova, que surgió como factor sorpresa y lideró al equipo de Cleveland al triunfo a domicilio (73-94) ante los Bulls que dijeron adiós a la temporada.
Aunque James no tuvo su mejor inspiración encestadora y el base titular Kyrie Irving sin poder apenas jugar por las molestias físicas que las dos piernas que le obligaron a irse a los vestuarios cojeando en la primera parte, Dellavedova surgió imparable y aportó 19 puntos (7-11, 3-6, 2-2), dos rebotes y una asistencia.
Dellavedova le ganó también el duelo individual al base estrella de los Bulls, Derrick Rose, que volvió a estar lejos de la mejor versión que había dado en los tres primeros partidos de la eliminatoria cuando el equipo de Chicago tuvo la ventaja de 2-1.
El base australiano lideró el ataque balanceado de los Cavaliers, que tuvieron a cuatro jugadores con números de dos dígitos, y volvieron a las Finales de la Conferencia Este por primera vez desde el 2009, un año antes que James decidiese dejar al equipo e irse con los Heat de Miami como agente libre.
James, a pesar que falló 16 de 23 tiros de campo, al final hizo una gran labor de equipo y se quedó a las puertas de un triple-doble tras aportar 15 puntos, 11 asistencias y nueve rebotes, incluidos ocho defensivos.
Mientras que el pívot Tristan Thompson completó su gran labor en la serie al realizar el mejor partido de los seis disputados al conseguir 13 puntos, 17 rebotes, incluidos 11 defensivos, y dos tapones.
Thompson confirmó ser el gran acierto del entrenador David Blatt al meterlo como titular con el número cinco y poner al ruso Timofey Mozgov de cuatro, lo que permitió a los Cavaliers volver a dominar el juego interior, muy superior al de los Bulls, prácticamente inexistente, a pesar de la vuelta del ala-pívot español Pau Gasol.
Los Cavaliers consiguieron nada menos que 53 rebotes por tan sólo 32 de los Bulls, de los cuales 11 fueron aportados por el pívot Joakim Noah.
Los escoltas, el titular Iman Shumpert, y el reserva J.R. Smith aportaron 13 y 12 puntos, respectivamente, después de combinarse con 5 de 10 tiros desde fuera del perímetro, donde los Cavaliers también fueron muy superiores a los Bulls.
Aunque Gasol volvió a darlo todo en el sexto, sin estar aun recuperado de lesión muscular que sufre en la pierna izquierda, al final no pudo salvar a los Bulls de la eliminación, que los propios Cavaliers, con las bajas del ala-pívot Kevin Love y los problemas físicos de Irving, nunca pensaron se diese tan fácil en la recta final de la serie.
El escolta Jimmy Butler, que hizo una gran labor en el marcaje a James, también fue el líder encestador de los Bulls al aportar 20 puntos, pero falló 14 de 22 tiros de campo, y capturó cinco rebotes.
Rose llegó a los 14 tantos con 7 canastas de 16 intentos, falló los tres tiros de triples que hizo, repartió seis asistencias y capturó dos rebotes, demasiado poco para lo que el equipo necesitó de su condición de estrella y con Gasol diezmado.
Pocos, incluidos los propios seguidores de los Rockets, pensaban que su equipo podría regresar del Staples Center, de Los Ángeles, con un triunfo y empatada (3-3) la serie de la semifinal de la Conferencia Oeste que disputan al mejor de siete ante los Clippers.
Pero el milagro deportivo se dio en toda su plenitud, gracias a la inspiración encestadora del escolta reserva Cory Brewer y la decisión del entrenador Kevin McHale, de los Rockets, de sentar a la estrella del equipo, James Harden, todo el cuarto periodo, además de haber sacado de titular al alero Josh Smith por Terrence Jones.
De esta manera, los Rockets fueron capaces de remontar una desventaja de 19 puntos que estaban abajo en el tercer periodo cuando los Clippers, con su nuevo dueño a la cabeza, el multimillonario Steve Ballmer, convertido en otro Mark Cuban de la NBA, se pasa todo tiempo siendo el centro de atención, ya celebraban lo que hubiese sido su primer pase a unas finales de la Conferencia.
Pero Brewer, que anotó 15 de sus 19 puntos en el último cuarto, no pensaba igual y guió a los Rockets al triunfo de 107-119, segundo consecutivo, que les permitió volver a su campo del Toyota Center, de Houston, y el domingo tener la posibilidad de disputar el séptimo partido donde quedará todo decidido.
Harden, que jugó menos de un minuto en el último cuarto, anotó 23 puntos después de encestar sus 11 tiros libres y el ala-pívot Dwight Howard brilló en el juego interior y le ganó el duelo individual al pívot DeAndre Jordan al conseguir 20 puntos y 21 rebotes para los Rockets, que han ganado dos partidos seguidos.
Los Rockets anotaron nueve puntos seguidos y al llegar el cuarto tiempo, habían reducido la distancia a 13, para después encestar siete triples, conseguir parcial de 15-40, y la defensa dejar al ala-pívot estrella de los Clippers, Blake Griffin, en blanco tras haber aportado 28 tantos en los tres primeros.
Esta vez, tampoco los 31 puntos, 11 asistencias y siete rebotes que aportó el base Chris Paul evitaron la derrota de los Clippers.