Su aceleración fue impresionante. Su remate, devastador. Fue un sprint final que dejó boquiabiertos a los más entendidos del ciclismo y tuvo como protagonista a un colombiano.
Su nombre es Fernando Gaviria, tiene 21 años, y el pasado agosto debutó como "aprendiz" del equipo Etixx-Quick Step.
"Greipel creyó que iba a ser suya, pero el expreso colombiano tenía la última palabra", dijo el comentarista sobre el final de la cuarta etapa de la Vuelta a Reino Unido.
Ahí, Gaviria sorprendió al campeonísimo alemán Andre Greipel, ganador de cuatro etapas del Tour de Francia este mismo año (tiene diez en total).
"La imagen aérea muestra la velocidad de Gaviria, absolutamente impresionante", fue el relato sobre su victoria en el embalaje final.
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En los últimos metros, el corredor de La Ceja, Antioquia, dejó virtualmente parado Greipel y al noruego Edvald Boasson Hagen, dos de los máximos exponentes de los finales en velocidad.
En medio del pelotón, en coreografía con el colombiano, otro gran campeón levantaba los brazos en señal de celebración, el británico Mark Cavendish, compañero de equipo de Gaviria y quien trabajó para "lanzar" al corredor antioqueño a la victoria de etapa.
El nivel de las víctimas de Gaviria es tal que entre los tres suman 64 victorias de etapa entre las tres grandes vueltas del calendario internacional: Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España.
La última mutación
La explosiva aparición de Gaviria en 2015 confirma la hipótesis de que el virus del ciclismo en Colombia es capaz de seguir mutándose.
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Famoso por ser tierra de escaladores, como Luis "Lucho" Herrera, Fabio Parra y ahora Nairo Quintana, el ciclismo colombiano también ha producido grandes rodadores como Santiago Botero y Rigoberto Urán.
También corredores que han brillado tanto en pista como en ruta, como fue el caso de Martín Emilio "Cochise" Rodríguez, quien ganó dos etapas en el Giro y se coronó en la prueba de 4.000 metros de persecución individual en el mundial de pista.
En BMX-bicicross, cuenta con la campeona olímpica y mundial, Mariana Pajón, mientras que María Luisa Calle también obtuvo medalla en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
Pero si había una deuda pendiente esa había sido la ausencia de velocistas de gran talla internacional, esos que ganan las competencias por puntos de las grandes vueltas o en las míticas clásicas, los ciclistas de potencia, velocidad y explosividad.
Ese vacío, lo comienza a llenar Gaviria, quien también es el actual campeón del mundo en la especialidad de omnium.
El ciclismo en las venas
La familia de Fernando Gaviria suma miles de kilómetros de carretera y pista. El padre, José Hernando, fue ciclista de ruta y participó en las principales pruebas del ciclismo en Colombia, mientras que hermana, Juliana, ganó la prueba de keirin en la Copa del Mundo disputada en Cali en 2012.
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Pero está siendo Fernando el que va colocando el nombre familiar en lo más alto del podio.
"Cuando alguien está destinado a ser un campeón, desde el comienzo marca su camino", fue el mensaje de Botero, campeón mundial contrarreloj en 2002, tras el triunfo de Gaviria este miércoles, una victoria que se agrega a un impresionante palmarés a sus 21 años de edad.
Desde 2012, Gaviria acumula medallas de oro en pista en campeonatos mundiales juveniles, juegos panamericanos (mayores y juveniles), juegos sudamericanos, copas del mundo y el mencionado en los mundiales de 2015.
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En ruta, suma preseas doradas en juegos bolivarianos y panamericanos juveniles, siendo este año cuando comenzó a abrirse paso en la élite del ciclismo internacional.
Y lo hizo en el mes de enero con dos triunfos de etapa en el Tour de San Luis, en Argentina, por delante de nada menos que Cavendish, uno de los mejores velocistas de la historia.
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Su ficha todavía pertenece al equipo colombiano Coldeportes-Claro, pero en este final de temporada se unió a las filas del Etixx Quick-Step como stagiaire, que es el ciclista que pasa a formar parte de un equipo profesional como aprendiz.
Con sus triunfos en las vueltas a la República Checa y Reino Unido, Gaviria ya se ha asegurado su presencia como profesional en el pelotón en 2016.
El director de su equipo, el danés Brian Holm, llegó a decir tras la etapa ganada en tierras británicas que su nuevo pupilo es una mezcla entre el eslovaco Peter Sagan y Mark Cavendish.
"Son grandes corredores y campeones, y siempre he soñado llegar a ser un ciclista como ellos. Estoy muy contento que me comparen con ellos", fue su respuesta.
