Río de Janeiro. Multitudes que sumaron cientos de miles en
varias ciudades de Brasil, el domingo, exigieron la destitución de la presidenta
Dilma Rousseff en respuesta a un gran escándalo de corrupción.Algunos de los
manifestantes llegaron a la protesta en Río de Janeiro con camisetas brasileñas
amarillas, así como mantas y pancartas en las que pedían un golpe militar para
sacar del poder a Rousseff y al gobernante Partido de los Trabajadores, su
gabinete y aliados en el Congreso.
Algunos manifestantes portaban
banderas de Brasil y gritaban consignas como “¡Fuera Dilma!” mientras otros
cargaban cartulinas con mensajes acusando de corruptos a Rousseff y a su
antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
“Nunca en mi vida había oído tanto
de corrupción, de tanto dinero gastado”, dijo Sheila Alcántara, una ama de casa
que dice que tuvo que cerrar su restaurante en enero por el aumento de precios
de la comida y electricidad. “Una intervención militar es la única forma de
limpiar el Gobierno, el Ministerio, el Congreso. Están todos
comprados”.
Las protestas fueron pacíficas y se presentaron en más de 50
ciudades del país. La mayor concentración se produjo en Sao Paulo, un bastión de
la oposición, pero también en Brasilia, la capital, y en otra ciudad
conservadora, Belo Horizonte. Según estimaciones de la Policía, más de 300,000
personas salieron a las calles el domingo con reclamos contra la presidenta,
principalmente por las denuncias de corrupción que se han agravado en las
últimas semanas.
“Yo no quiero que mi país se convierta en Venezuela, no
queremos un Gobierno autoritario”, dijo Marlon Aymes, de 35 años, quien portaba
junto a otros una enorme bandera que leía “Ejército, Armada y Fuerza Aérea: por
favor, sálvenos una vez más del comunismo”. “Queremos que el Ejército disuelva
al Congreso y convoque nuevas elecciones, debido a que el nivel de corrupción es
demasiado extenso para hacer otra cosa”, añadió.