Los Piratas de Pittsburgh están acostumbrados. Los Cachorros de Chicago llevaban
bastante tiempo sin presentarse.El equipo que mejor sepa responder al entramado
de los playoffs esta noche, al medirse en el juego de wildcards de la Liga
Nacional,
probablemente determinará el que viajará a San Luis para medirse a los Cardenales en la serie divisional a partir del viernes.
Dos equipos que se combinaron para 195 victorias esta temporada se creen capaces de ir más lejos si logran sortear un juego en el que no hay margen de error.
Se trata de circunstancias inusuales para dos franquicias que durante la mayor parte de este siglo se intercambiaban turnos en el fondo de la división Central de la Liga Nacional.
Esos días han quedado atrás en Pittsburgh, en su tercera aparición seguida en los playoffs. Los Cachorros confían decir lo mismo en Chicago, pese a una historia de maldiciones y fiascos -cabras, gatos negros y Steve Bartman- y una sequía de 107 años sin ganar la Serie Mundial. Pero los Cachorros no parecen inmutarse con nada.
Están tan relajados que su as Jake Arrieta, un candidato al Cy Young, se puso a hacer bromas en Twitter con los fanáticos de los Piratas luego que una cuenta de parodia le advirtió lo que le podía esperar en el ruidoso PNC Park.
“Lo que sea que crean sirve para mantener vivas sus esperanzas, pues sepan que no servirá de nada”, escribió Arrieta en Twitter. Arrieta se medirá con alguien similar en Gerrit Cole, el abridor de Pittsburgh.
A diferencia de Arrieta, Cole estuvo siempre señalado para tocarle una tarea como esta, desde el día que los Piratas le tomaron con la primera selección de draft de 2011. Se ha superado año tras años, logrando ser convocado por primera vez al Juego de Estrellas en julio y convirtiéndose en el primer lanzador de Pittsburgh con 19 victorias desde 1991.
probablemente determinará el que viajará a San Luis para medirse a los Cardenales en la serie divisional a partir del viernes.
Dos equipos que se combinaron para 195 victorias esta temporada se creen capaces de ir más lejos si logran sortear un juego en el que no hay margen de error.
Se trata de circunstancias inusuales para dos franquicias que durante la mayor parte de este siglo se intercambiaban turnos en el fondo de la división Central de la Liga Nacional.
Esos días han quedado atrás en Pittsburgh, en su tercera aparición seguida en los playoffs. Los Cachorros confían decir lo mismo en Chicago, pese a una historia de maldiciones y fiascos -cabras, gatos negros y Steve Bartman- y una sequía de 107 años sin ganar la Serie Mundial. Pero los Cachorros no parecen inmutarse con nada.
Están tan relajados que su as Jake Arrieta, un candidato al Cy Young, se puso a hacer bromas en Twitter con los fanáticos de los Piratas luego que una cuenta de parodia le advirtió lo que le podía esperar en el ruidoso PNC Park.
“Lo que sea que crean sirve para mantener vivas sus esperanzas, pues sepan que no servirá de nada”, escribió Arrieta en Twitter. Arrieta se medirá con alguien similar en Gerrit Cole, el abridor de Pittsburgh.
A diferencia de Arrieta, Cole estuvo siempre señalado para tocarle una tarea como esta, desde el día que los Piratas le tomaron con la primera selección de draft de 2011. Se ha superado año tras años, logrando ser convocado por primera vez al Juego de Estrellas en julio y convirtiéndose en el primer lanzador de Pittsburgh con 19 victorias desde 1991.